Se trata de un hombre de 50 años, que previamente se había contagiado de covid y tenía “problemas de salud subyacentes”.
Desde su irrupción en Sudáfrica, a comienzos de noviembre, la variante Ómicron del covid se ha expandido con inusitada rapidez por el orbe. En Europa, los gobiernos han decidido endurecer las medidas; Holanda decretó el regreso del confinamiento y España vuelve a hacer obligatoria la mascarilla en exteriores.
Mientras, en EE.UU, la variante ha avanzado de forma agresiva. El lunes, desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades anunciaron que la variante omicron ahora representa la mayoría de los casos de COVID-19 en el país. Estiman que el 73,2 por ciento de las infecciones son vinculadas a la nueva cepa.
Sin embargo, ese día, Ómicron se cobró a su primera víctima en territorio norteamericano. Un hombre de 50 años, quien falleció en el condado de Harris, estado de Texas. El Departamento de Salud Pública del condado, reveló en un comunicado que el sujeto se había sido infectado previamente con COVID-19, y murió después de contraer la variante.
Las autoridades locales señalaron que el hombre tenía “un mayor riesgo de complicaciones graves por COVID-19 debido a que no estaba vacunado y tenía problemas de salud subyacentes”.
Opinión similar fue emitida por la directora ejecutiva de Salud Pública del Condado de Harris, Barbie Robinson. “Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia del paciente, y expresamos nuestro más sentido pésame”.
“Este es un recordatorio de la gravedad de COVID-19 y sus variantes. Instamos a todos los residentes que califiquen a que se vacunen y reciban la vacuna de refuerzo si aún no lo han hecho “, agregó.